Es uno de los helechos más hermosos que existen y, también, de los más sencillos de cuidar. La belleza del Phlebodium Aureum radica en la singularidad de sus frondosas hojas. No solo son sumamente atractivas por la singular ondulación natural que recuerda, de alguna manera, a las olas del mar.
Su nivel de exigencia es bajo por lo que, incluso, puede ser la planta ideal para quienes se inician en la jardinería.
Amante del agua, pero NUNCA inundar ni exceder. Solamente mantener húmeda la tierra. Luz natural, sombra o semisombra y en lugar bien ventilado.