Crisantemos en un cesto reutilizable, perfecto para regalar momentos de calma y conexión con la naturaleza.
Además de disfrutar sus flores, el cesto puede usarse después para sembrarlas en una terraza o jardín y seguir dando vida.
Los colores pueden variar ligeramente según la temporada, porque la naturaleza siempre nos sorprende con su belleza única.